El mundo ha cambiado y no podemos hacer nada para volver atrás. Después de pasar meses encerrados en casa y de vernos solo los ojos al hablar, cada vez estamos más acostumbrados a esta nueva normalidad que ha instaurado nuevas prácticas en nuestro día a día. El mundo ha cambiado y la psicología también. Y, gracias a estos cambios, asistimos a un modesto auge de la terapia de caminar: una práctica que podría tener multitud de beneficios para muchas personas.
Las ventajas de caminar
Seguro que sabes que caminar tiene incontables beneficios. No solo es una manera asequible de hacer ejercicio moderado, apta para prácticamente todo tipo de condiciones físicas. Además, ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes, el colesterol o las cardiopatías.
Pero no todos los beneficios de caminar tienen que ver con la salud física. Tu mente también gana en salud cada vez que sales a pasear y te permites pasar un rato en contacto con la naturaleza.

Entre las ventajas que tiene caminar para la salud mental encontramos:
- Te ayuda a dormir mejor: el ejercicio es uno de los mejores aliados contra el insomnio, porque mejora la frecuencia cardiaca, reduce la tensión arterial y ayuda a que el cuerpo se relaje y a que la mente deje de centrarse en esas preocupaciones que controlan tu día a día.
- Favorece la gestión emocional: cuando empiezas a moverte, obligas a tu mente a centrar la atención en las sensaciones corporales y, al mismo tiempo, a alejarse de las preocupaciones. Además, mientras paseas no tienes que enfrentarte a ninguna obligación: solo estáis la naturaleza y tú, y quizás algún que otro compañero de camino. La ausencia de obligaciones inmediatas te permitirá reflexionar con total tranquilidad y te resultará mucho más fácil encontrar soluciones a los problemas.
- Reduce el estrés: cualquier tipo de ejercicio, desde el más leve hasta el más extremo, hace que tu organismo libere serotonina y endorfinas. La primera es conocida como «la hormona de la felicidad» y está estrechamente relacionada con la sensación de placer y con el buen humor. Las endorfinas, por su parte, actúan como opiáceos naturales y ayudan a aumentar el bienestar y a reducir el dolor. Además, el ejercicio físico reduce los niveles de cortisol, también conocido como «hormona del estrés».
- Aumenta los niveles de energía: cuando caminas, tu organismo quema calorías, lo que hace aumentar tus niveles de energía. Tras realizar ejercicio es común sentirse más ligero y como liberado, y es que el deporte ayuda a soportar mejor la presión y aumenta notablemente la vitalidad de quien lo practica.

A mi ya me dieron ganas de salir a caminar ¿y a ti? no hay nada como contactarnos con la naturaleza, desde caminar hasta otras actividades que nos permitan estar en contacto con nosotros mismo y la naturaleza.